La situación de Grecia
es cuanto menos, demagógica pues, supongamos que mañana voy al banco a
solicitar un préstamo y me dicen que para concedérmelo, les tengo que llevar
mis declaraciones de renta de los últimos años, mis ingresos actuales y una
lista con los gastos mensuales a los que tengo que hacer frente, entre ellos, otros
préstamos. Supongamos que vuelvo con la
documentación y me dicen que me conceden el préstamo a un elevado interés
porque tengo un cierto perfil de riesgo, y además debo presentar un plan con
alternativas realistas para aumentar mis ingresos y otro con recortes en gastos
innecesarios tales como dejar de gastar tanto en restaurantes, en gasolina, vacaciones
de verano, etc. Les digo que no estoy de acuerdo pero lo voy a consultar con mi
familia, que a fin de cuentas es la que decide. Cuando llego a casa, lo hablo
con mi mujer y mis hijas y me dicen que no están dispuestas a quedarse sin
vacaciones y sin usar el coche, así que vuelvo reforzado con el NO al banco, con
mucha dignidad y la cabeza bien alta, y les digo que vamos a negociar mejores
condiciones que no estoy de acuerdo. A partir de aquí ya sabemos lo que ocurre
….,
DEMOCRACIA Y DIGNIDAD DE UN PUEBLO
Tsipras ha vendido que el NO le
hace fuerte y lo que le ha hecho es ponerse a los pies del BCE para rogar y
pedir que hoy siga suministrando dinero a sus bancos en donde ya no hay
billetes de euros.
Por otra parte, el gran error de
la Troika es exigir a un país que suba los impuestos cuando lo que debe hacer Grecia
es cambiar su modelo de Estado, su cultura de la subvención y los préstamos a
fondo perdido, su gran fraude fiscal o el exceso de grasa que se pone de
manifiesto en aspectos tales como la edad de jubilación, el gasto militar (que
no entiendo porqué es tan elevado) o los sueldos que hasta hace poco tenían los
funcionarios griegos (77.000 € de media)
El NO griego parece ser que tiene
un doble filo, muchos de los que han votado eso, piensan que se vive de
dignidad, y pretenden vivir dando lástima, pues mayoritariamente los griegos
han dicho que quieren que les presten dinero incondicionalmente, porque total,
si todos sabemos que no van a poder devolverlo, mantengamos la dignidad del
pueblo griego, que no quiere hacer cambios estructurales, porque el dinero sale
de los arboles.
Lo que ha hecho Grecia,
me recuerda a lo que hacen los Independentistas, el derecho a decidir de ellos que
le niegan ese mismo derecho al resto de conciudadanos a decidir sobre ellos.
Deberíamos, igualmente hacer un referéndum en Europa para ver si queremos, los
demás, seguir pagando este despropósito, aunque es obvio el resultado, creo que
mayoritariamente todos diríamos que ayudar al pueblo griego es moralmente
correcto pero económicamente es un error si ellos mismos no hacen el esfuerzo.
La soberanía de las economías europeas es una soberanía conjunta, en lo bueno y
en lo malo, no puede ser asimétrica como algunos quieren.
El chantaje de Grecia, es una coacción encubierta, a sabiendas de que
la UE no les va a dejar caer, por la cantidad de dinero que perderían los
países y por la débil imagen política y económica que proyectaría la UE ante
los mercados. Si la UE acepta este chantaje, sin condiciones, entonces, se
abrirá la caja de Pandora del euro, eso sí que puede ser peligroso para todos. En economía, a esta situación se
le llama “Riesgo Moral”, tomar
decisiones, a sabiendas de que no te ocurrirá nada.
Grecia se siente fuerte, además
de por el daño económico que haría sufrir, ante su salida del euro, al resto de
la UE, porque políticamente cierra fronteras frente al Islamismo y frente a
otras economías como Rusia, parece el juego de tronos. Es inmoral lo que hace
el gobierno griego y sería inmoral que la Troika y las instituciones europeas
cediesen a este chantaje, articulado con la amenaza de la salida de Grecia del
euro.
En estos días
asistiremos a muchos debates estériles porque, tras hacer muchas reflexiones,
al final los políticos de la UE cederán ante Grecia porque es la alternativa
que menos daña su imagen y porque, a fin de cuentas, el dinero no sale de sus
propios bolsillos sino de los nuestros, que nos meten la mano y no somos
conscientes de la cantidad de dinero que, via impuestos, pagamos para este tipo
de cosas.
El otro riesgo político es el
auge de los partidos populistas que se verán ensalzados si la UE cede ante este
chantaje que rompe la lógica económica. Esto también daría un balón de oxígeno
a los euroescépticos y para los populismos emergentes (hasta Maduro ha salido
en medios congratulándose del resultado de Grecia).
Políticamente,
por un lado, tenemos a Obama presionando a la Unión Europea para que ceda ante
el chantaje moral de Grecia, se nota que tiene poco que perder, y a los
dirigentes de la Troika y de la UE, que han convocado reuniones urgentes en
estos próximos dos días, que tienen que tomar decisiones contrapuestas. Por un
lado, deben responder con contundencia ante la negativa de Grecia, pero por
otro lado, no pueden, cara a la opinión pública, dar la imagen de ser despiadados
con el pueblo griego. Por otra parte, la deuda de Grecia está en torno a los
250.000 millones de euros, se dice pronto, y el tiempo para pagarla está
actualmente en unos 16.5 años, frente a los 6 o 7 del resto de países europeos
rescatados, el agravio comparativo está a flor de piel, donde la mayoría de los
analistas coinciden en que nunca se
podrá devolver dicha deuda y ya se propone, sin tapujos, nuevas quitas del 30%. No tiene sentido seguir
financiando lo insensato.
No me
gustaría ser ni de la Troika ni de la UE, pues ¿cómo le explico yo a Portugal o
Irlanda, e incluso a los chipriotas (que perdieron muchos de sus ahorros), que
por ser formales y cumplir con las condiciones pactadas para su rescate, ahora
el país que ha necesitado el equivalente a varios rescates de Irlanda, no sólo
no piensa pagar la deuda, sino que además exige que se le preste más dinero a
cambio de nada y exige también dinero adicional de la UE para hacer inversiones
en Grecia?. Cómo le explico a los ciudadanos, por poner un ejemplo, una
pregunta que nos podemos hacer todos, ¿por qué me tengo que jubilar yo a los 67 años y un
equivalente griego puede hacerlo a los 53?. Si además, parte de mis impuestos
terminan pagando la jubilación de esa persona, no lo entiendo y no quiero
consentirlo.
Aunque
moralmente queramos solidarizarnos con los griegos, la situación es
esperpéntica, irracional y fuera de toda lógica (al menos la económica). Lo que
está pasando en Grecia es consecuencia de años y años de irresponsabilidad
política, que ha repartido prebendas entre ciudadanos, encantados con ellas,
para conseguir votos, no pensando en el largo plazo, sino en el corto plazo y
políticos, que se han enriquecido, a costa de sus ciudadanos o, al menos, que
no han pagado por su nefasta gestión. Ahora, el pueblo griego recoge lo que han sembrado sus diversos gobernantes.
Para salvar la cara, me imagino
que esta pasada noche, las conversaciones de Tsipras y todos los principales
dirigentes europeos, han conllevado eliminar
a Varoufakis de esta partida, porque, además de ser un individuo odiado por
todos, justificaría la cesión de Europa, para seguir financiando este despropósito, basado en que se ha suavizado la
postura de Grecia porque quién sustituya a Varoufakis presuntamente tenga un
perfil más conciliador.
Desde el punto de vista de los
mercados financieros, si Europa dice NO a Grecia, se perfila un escenario en el
que el euro no es tan sólido como debería serlo, provocando huida de capitales
e inversiones hacia otras áreas como USA o ASIA. Si un país como Grecia puede
hacer el daño que hace, un inversor debe plantearse qué ocurriría con la UE si
mañana decide salirse Italia o Francia.
El próximo referéndum
será de Irlanda y Portugal para ver si dejan de devolver las ayudas europeas, o
al menos pedir una quita como en Grecia. Llevado al terreno microeconómico,
vamos a pedir los ciudadanos que nos hagan quitas en préstamos, hipotecas e
impuestos, que también tenemos derecho por ser europeos o si no, nos salimos
del euro y empezamos a usar el dinero del monopoly.
El gran problema que tiene
Grecia, a día de hoy, es la falta de
confianza que tienen los mercados, los políticos y el resto de los
ciudadanos europeos. Mientras no haya un Gobierno serio que no se apoye en los populismos
y que busque la estabilidad política, económica, social y jurídica, no habrá
forma de arreglar este problema por mucho dinero que se les financie. La pregunta que tendríamos que hacernos todos es si
seguiríamos prestando dinero a un amigo, que está necesitado pero que lo
malgasta y que no piensa devolvérnoslo. Cada uno con su conciencia.
Algunos llaman a esto la fiesta
griega, yo creo que lo que hay ahora es la
resaca, porque la fiesta la tuvieron hace años, ahora no, ahora toca
superar el dolor de cabeza y limpiar los restos de basura que quedan en casa.