miércoles, 7 de mayo de 2014

MARCHANDO OTRA DE IMPUESTOS, IRPF, IVA, TASA TOBIN y LO QUE SURJA.


El pago de los impuestos es, quitando la época de campaña de IRPF, como las hemorroides, se sufre lentamente y en silencio. La voracidad recaudatoria y despilfarratoria de nuestros gobernantes no tiene límites. El actual ministro de Hacienda está anunciando a bombo y platillo que a partir del año 2015 va a haber una rebaja de impuestos y nos presentan el cuadro que tenemos a continuación.

 Lo primero que podemos observar es la falta de coherencia de los diferentes mensajes, que desde el gobierno, se están lanzando. Se dice que el PIB va a crecer en 2014 un 1,2% y un 1,7% en 2015, pero la tabla anterior refleja un crecimiento del 1,7% en 2014 y del 2,7% en 2015, ya vamos mal, porque en materia de recaudación, estamos jugando con el cuento de la lechera.

En la tabla inferior, podemos observar una subida de impuestos de unos 17.200 millones € entre 2013 y 2014 y una bajada de unos 5.500 millones de € entre 2015 y 2016, curiosamente en el año electoral y donde la bajada de impuestos no compensa ni por asomo la subida precedente. Si todo se quedase ahí, no me preocuparía, el problema de fondo es que con una deuda pública creciente y un pago de intereses, al servicio de dicha deuda, también creciente,  la necesidad de mantener los actuales niveles de ingresos del Estado, e incluso de aumentarlos, se hace palpable.

De acuerdo con lo que sutilmente se puede desprender de la tabla, efectivamente a partir del año 2015, bajará el IRPF, no sé si la cuota tributaria en porcentaje o los ingresos totales del Estado, y el impuesto sobre sociedades, lo que me lleva a observar las dos últimas líneas.

La primera, ese manido concepto muy nuestro que es el de OTROS, que es lo que utilizamos como cajón de sastre para poner nombre a todo aquello que es variado, disperso y numeroso en cuanto a tipologías y que, a veces, su cuantía es de una magnitud inferior que no justifica en medida alguna, dedicarle un apartado propio. Aquí es donde se esconde la verdad de lo que nos espera en los próximos años. Es cierto que van a bajar los impuestos, realmente los más conocidos, pero no es menos cierto que van a subir otros impuestos y que se van a crear nuevas figuras impositivas bajo la excusa del mandato de la UE y que de forma subterránea esconden incrementos impositivos que, por su naturaleza y poca cuantía, no suelen despertar la indignación del pueblo, al menos, de la mayoría de los ciudadanos que estamos sedados y, a estas alturas, no sentimos si nos pinchan o no.


Nada se dice de la más que probable subida del IVA, una nueva, que hará pasar nuestro tipo normal del 21% al 23%, casi nada, si tenemos en cuenta que hace un par de años, algo más, estaba en el 16%, es decir, en vena pero sin dolor. De hecho, el Gobierno niega dicha subida en todos los medios de comunicación pero avanza la confirmación de la misma a Bruselas y, por escrito, eso sí, cuando la economía se encuentre más fuerte y para compensar la bajada en IRPF y Sociedades.

Aun así, el IVA es un impuesto que seguimos percibiendo algo más, cuando compramos, que otros que nos van a romper el bolsillo.

Me hace gracia, el Estado es como un hijo, que te pide dinero y le dices que lo coja de la cartera, pero si no encuentra la cartera, se lo pide a su madre o te lo coge del bolsillo del pantalón que sabe que ahí siempre llevas algo, le da igual, de donde lo coge, el caso es que se lo lleva, sea como sea. Lo que es peor, que sabemos que todos los caprichos del niño los pagamos los mismos, y sale del mismo bolsillo.

Y qué gran verdad es esa de que Hacienda somos todos, porque al final, casi todos pagamos los despilfarros y prebendas de unos pocos, pero por suerte para el Gobierno de turno, como estamos sedados y nos dejamos intimidar, al final, las grandes cifras macro, en términos de impuestos, no acertamos a comprender cómo se traducen a nivel micro, en nuestros bolsillos, lo que viene a reforzar la famosa expresión de ojos que no ven …..

Ahora, comienza a aparecer, bajo el concepto de OTROS, el famoso copago, y es que se anuncia que se estudian nuevos pagos por el uso de servicios públicos, es decir, volver a pagar lo que se supone que se financia con impuestos.

Veo que, entre 2014 y 2016 se pretende recaudar unos 2.000 millones € más por conceptos varios, o lo que es lo mismo, agárrate que vienen curvas, nos van a poner impuestos por todo lo imaginable. De entrada, el último que ha salido a la palestra, un impuesto sobre la propiedad, quiero entender, que sólo se circunscribe a los inmuebles, aunque tengo mis serias dudas. Precisamente, hace poco que he pagado el IBI, impuesto que paga el propietario de un inmueble, eso sí, para teóricamente financiar las arcas municipales, pero claro, ahora llega el Estado y también quiere gravar ese concepto y, como se  den cuenta en las CCAA no digo más.

Eso sí, para compensar la bajada en sociedades, se propone crear nuevos impuestos ecológicos a las compañías energéticas e igualmente se está impulsando la famosa Tasa Tobin para las transacciones financieras, donde teóricamente el sujeto pasivo son las empresas eléctricas, en el primer caso y los bancos, en el segundo.

¿Pero alguien duda que las compañías eléctricas o los bancos no van a trasladar dichas subidas de impuestos a nuestros maltrechos bolsillos?.  De entrada, las primeras ya lo han hecho con la nueva estructura del precio de la energía, ya que a todos nos han subido el término fijo, multiplicándolo aproximadamente por dos. Los segundos, aparte del pago de los rescates que ya estamos sufriendo, veremos aumentar aún más de lo habitual, las comisiones bancarias, que ya son desorbitadas.

Europa pide que España garantice la capacidad recaudatoria, y si con todo este conjunto de medidas no basta, siempre se puede echar mano del último concepto que aparece en la tabla, FRAUDE FISCAL, que contrariamente a lo que todos pensamos, no es que vayan a investigar a empresas, instituciones y otros engendros para aflorar el fraude (sólo basta con ver que CEMEX ha conseguido que varios inspectores y técnicos de hacienda hayan sido relevados por exigir el pago de 450 millones de euros), sino que lo fácil es poner en marcha los ordenadores para que busquen algún despiste del pequeño contribuyente, al que por error, ignorancia o deseo, se le ha pasado tributar 100€ (que no lo disculpo), o simplemente hacer la complementaria de unos atrasos de la empresa, y que, gracias a estos pequeños errores, multiplicados por millones de contribuyentes, se consideran fraude fiscal. No quiero profundizar en el estado de ansiedad en el que entra cualquier contribuyente cuando recibe una carta de hacienda.

Como parece, que ese sistema comienza a agotarse, la nueva noticia es que la AEAT, con la reforma fiscal prevista, quiere confiscar cajas registradoras y ordenadores de cualquier PYME o autónomo, sin orden judicial previa, para ver la doble contabilidad (curioso que no lo haya hecho para los partidos políticos) lo cual es claramente inconstitucional, pero parece que no hay límites morales ni jurídicos para engordar las arcas del estado, haciendo verdadera la frase de Maquiavelo, el fin justifica los medios.

Cuando ya no haya forma de justificar más copagos, que siempre la habrá, aparecerán nuevas figuras de imposición medioambiental, que son el agujero negro de la imposición y qué, básicamente se articulan mediante nuevos impuestos con la excusa de que se crea un daño al medio ambiente y eso me hace gracia porque llegará el día que a algún gobernante se le ocurra crear una tasa medioambiental por desalojar nuestras flatulencias en un parque o en la calle, por el impacto medioambiental sobre el espacio público, con una tasa progresiva en función del hedor expulsado, si no, tiempo al tiempo.


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